viernes, 9 de noviembre de 2007

Un ángel del Señor llamada

“LIOBANÍ”


Primera parte



LIOBANÍ, un ser de la luz, manifestó lo siguiente:


«El Espíritu de Dios es la vida, la fuerza, el amor y la plenitud; en el Espíritu de Dios viven todos los seres puros. Como un ser puro del SER Eterno, vengo a vosotros y os saludo con el saludo de la vida: “Saludos en nombre de Dios queridos hermanos y hermanas” Mi nombre para esta Tierra es LIOBANÍ, algunos de entre vosotros han leído mis palabras en los libros y a pesar de ello tengo que deciros que no me fue fácil reunir estas legitimidades para mis hermanos y hermanas en vestido terrenal ¡En verdad reunirlas!.

Yo nunca he estado encarnada y no ha sido fácil para mí sumergirme en la irradiación de la materia, sin la ayuda de los seres puros, de los espíritus protectores, sería imposible para mí y para muchos que todavía no estuvieron encarnados.

Muchos espíritus protectores, o sea, seres espirituales que os acompañan en vestido terrenal (que acompañan a los hombres en su vida en la Tierra), ya han estado una o varias veces encarnados, ellos regresaron otra vez a la existencia eterna y trajeron los recuerdos de su existencia en la Tierra ¡Queridos hermanos y hermanas! Ellos se llevaron los recuerdos, pero no las analogías (=Lo que te altera de tu prójimo se encuentra de forma igual o parecida en ti); pues con analogías nadie puede volver al Reino de la Vida, los recuerdos siguen existiendo hasta que la redención haya sido terminada, pues precisamente los recuerdos de la existencia terrenal son importantes para los espíritus protectores (ángeles de la guarda). Con los recuerdos ellos pueden comprender a los hombres y sienten lo que necesitan, sienten sus mundos de sensaciones y pensamientos y pueden inhalar a tiempo las leyes de la vida a través de la conciencia de segundos o terceros, o sea, a través de personas. De esta manera un ser protector puede guiar bien o directamente, siempre que el hombre esté dispuesto a escuchar más a su conciencia, a las sensaciones e inclinaciones más finas que están en lo profundo del hombre.





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“LIOBANÍ”

Segunda parte

Todo esto primero tuve que trabajármelo, pero hasta que yo estaba lista hubo caminos a la llamada profundidad, a la irradiación de la materia. Parecido a como yo seguí este camino a la irradiación de la materia (a la tierra) lo siguen también muchos seres espirituales puros que entonces se dejan instruir por ángeles protectores, primero fuimos a los ámbitos de purificación superiores y sentimos el mundo de sensaciones de las almas, lo registramos y acogimos, después profundizamos cada vez más en los mundos astrales para sentir la forma de ser de las almas que viven allí, al mismo tiempo dejamos atrás una parte de nuestra luz espiritual en la existencia primaria, después seguimos adelante acompañados por seres protectores con experiencia y pasamos por el muro de niebla a la irradiación de la materia (la Tierra) y yo os digo, en verdad, para mí no fue fácil ver de repente a hombres ¡Hombres! ¡sí, realmente hombres! Queridos hermanos y hermanas en vestido terrenal ¡Hombres!.

Pregunté a los seres protectores sabios “¿Por qué reaccionan así? Pero si en ellos está el Ser de Dios ¿Por qué?”... Y tuve que aprender “por qué mis hermanas y hermanos en vestido terrenal reaccionan así, humanamente y no divinamente” Todo esto lo acogí, lo moví en mí y después por medio del mundo de sensaciones de los niños terrenales y también a través del mundo de recuerdos del instrumento (Gabriele), resumí el Camino Interno para los niños de esta tierra.

Cuando ahora hablo de los niños de esta Tierra, me refiero al pequeño cuerpo terrenal que primero es impregnado por el alma, pues el alma, que está en el cuerpo terrenal pequeño, es un ser maduro del cielo. De este modo me introduje más y más en estas almas y en los pequeños cuerpos y también en el mundo de recuerdos del instrumento (mundo de recuerdos de Gabriele), allí leí los años de juventud y de infancia y así fui reuniendo las instrucciones y lecciones para nuestros hermanos y hermanas en los cuerpos terrenales pequeños…
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“LIOBANÍ”

Tercera parte

Queridos hermanos, si os hablo ahora así, a través del instrumento (Gabriele), siento que os cuesta tanto salir de este sentir y pensar humano, siento vuestra pesadez y vuestra pereza y con razón dice el Espíritu Eterno que es serio aquí en la Tierra y que sólo sois hombres que llevan en sí la fuerza, la vida, el amor; hombres que sólo están en esta Tierra por poco tiempo y después el cuerpo se aparta del alma ¿ y dónde está entonces el alma? Todavía no sois conscientes de que en cada momento es posible que dejéis vuestro cuerpo según la ley de causa y efecto (lo que siembre el hombre en su vida es lo que cosechará en su futuro ya sea bueno o malo). Pensáis que le podéis mantener, ¿qué pasa entonces después de la desencarnación (muerte del hombre)? Muchas almas, yo las observo, se encuentran como desnudas, sin orientación ¿por qué? Porque sólo se han orientado a la materia, hacia los distintos programas del ego humano. La vida material no es mucho más y esto lo tomáis tan en serio, ¿Es tan importante para vosotros? ¿Realmente puede ser tan importante? Cuando día a día, hora a hora hagáis la experiencia interna de que sois seres de la luz, del amor, hijos de Dios.

Tristes y muy cargados van los hombres por esta Tierra, se miran mutuamente con miradas oscuras, como enemigos. Yo os digo, muchos de nosotros que pueden penetrar en la irradiación terrestre no lo pueden comprender; vosotros pertenecéis a nosotros y, sin embargo, a través de vuestros pensamientos, de vuestra forma de pensar y actuar estáis tan lejos de nosotros, os queremos rodear y vosotros irradiáis energías negativas y hay destellos negativos alrededor vuestro, ¿cómo podemos acercarnos entonces a vosotros? Y luego rezáis y en gloriáis a vuestro Señor, nuestro Señor y Padre Eterno, ¿Es realmente nuestro Señor y Padre al que pedís, al que rezáis o sólo vuestro Señor que debe hacer lo que vosotros queréis?Hermanos y hermanas, ¿cuánto tiempo todavía queréis vivir en esta pesadez? Queremos acercarnos y queremos deciros que existe una vida eterna maravillosa y a esta vida eterna volveréis a entrar a través de la llama redentora que está en cada uno de vosotros, en cada uno, ¡Acoged a Cristo! Y no sólo lo aceptéis diciendo “¡yo creo!” Y en las palabras no hay ninguna inclinación de amor, de fraternidad, de la hermandad del Ser, acogedlo esforzándoos en realidad en realizar las enseñanzas que Él nos dio como Jesús de Nazaret y que os da de nuevo como Cristo. ¡Hermanos y hermanas! No son tan difíciles, tenéis la ley de la vida, la ley del Cielo en vosotros y os es dada tanta ayuda, infinita ayuda; pensáis que estáis solos aquí en la materia (en la Tierra)…
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“LIOBANÍ"
Cuarta parte
El Espíritu del Padre traspasa todo y traspasa a cada uno de vosotros, Él está presente, Él os conoce, Él os ayuda, Él está dispuesto a protegeros cuando Lo llamáis de corazón, cuando pidáis y recéis de corazón; no sólo con los labios, cuando el corazón y los sentidos están en otro lugar totalmente diferente. Y cuando vuestras almas ya no estén llenas del ego humano del querer ser, tener, poseer, de enemistad y envidia, cuando se vuelvan tranquilas, luminosas y llenas de fuerza; entonces nosotros, vuestros hermanos y hermanas de la luz, entramos en vuestras almas y nos podéis sentir, pues experimentáis en vuestras almas el movimiento de nuestro cuerpo espiritual. Sin embargo, esto es sólo posible si podemos entrar en vuestra alma luminosa y tranquila, entonces sentís que no hay separación; aquí y allí son sólo palabras para aclararles que el Cielo es eterno, puro y las tinieblas son oscuras, está lejos de la luz y a pesar de ello la luz traspasa la oscuridad.

Querido hermano y hermana, tenéis el camino ¡Regresad! ¡Convertiros Ya en habitantes conscientes del Reino de Dios desarrollando el Hogar Interno! ¿Qué es el Hogar Interno? Escucháis una y otra vez que es el Reino de Dios en vosotros, es el cuerpo espiritual puro que guarda en sí toda las leyes de irradiación del infinito. El Reino de Dios es la vida, en el Dios Padre-Madre en cada uno de nosotros.

Seguro que algunos de vosotros piensan ¿Cómo vivimos nosotros en el SER Eterno? Ahora sabéis que desde la existencia eterna tenemos que utilizar las palabras humanas y así a menudo nos resulta muy difícil explicaros lo que vive, actúa, vibra y suena allí, en el Hogar Eterno, el Amor.

El Espíritu Eterno y Universal respira como ya habéis escuchado a menudo, inspira y expira y una y otra vez se forman soles, mundos, niños espirituales, hay vida en el hogar y no un vegetar, el Espíritu es movimiento y nosotros nos movemos en el SER Eterno, en la corriente del amor. Nosotros los principios femeninos formamos, componemos y mantenemos ¡En verdad mantenemos! Mantenemos por ejemplo a nuestros positivos, a nuestros hermanos en nosotros, y así, también a nuestros duales, esto significa que estamos unidos eternamente porque aquél que mantiene la vida la aprecia y la vive y porque la vida en el Padre es pura, es también la pureza eterna. Nacen soles, se forman mundos, los positivos (los principios masculinos) son los donantes, los creadores y nosotras (los principios femeninos) somos componedoras, traemos vida a los hogares espirituales, componemos y recibimos de Dios la fuerza del Éter que modelamos y conducimos hacia la irradiación correcta, legítima; vosotros diríais ponerla aquí y allí. También tenemos nuestras fiestas espirituales.
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“LIOBANÍ”

Quinta parte

¿Qué pensáis queridos hermanos y hermanas en traje terrenal? Es una alegría interna y al mismo tiempo una unidad profunda y verdadera y esta alegría nos reúne para comidas festivas. Del Éter recibimos y manifestamos como sustancia espiritual los alimentos y las bebidas, dicho con vuestras palabras humanas, ponemos una mesa maravillosa y la estirpe está presente con nosotros en honor al Padre que también es nuestra Madre...

Armoniosamente se mueven por ejemplo nuestros labios e intercambiamos las melodías del infinito que vosotros llamáis el leguaje, es cierto que nosotros podemos experimentar y sentirlo todo en nosotros, no necesitaríamos el reunirnos porque vivimos en la unidad, cada uno en el prójimo. Sin embargo, las reuniones en la estirpe, en la gran familia de Dios, nos alegra una y otra vez, aquí vivimos un intercambio fino, vosotros diríais hablamos; Pero nuestro lenguaje es la melodía de la ley eterna pues todo lo que sentimos y hacemos es ley; nuestros movimientos, todo nuestro ser, nuestra vida es ley y esto es también vuestra vida, la ley del Padre, nuestra ley.

Creéis que el hogar es algo nebuloso, os engañáis ¡OH hombres! Os engañáis realmente ¡OH hombres! Mirad una vez más profundamente en vuestro interior y sentiréis lo que quieren deciros vuestros ángeles protectores: “la vida en el hogar es pureza, belleza, brillo, luz, amor absoluto; esto es vuestro, eso es nuestro ¿cuándo queréis actuar?”.

¿Sería posible que nos encontrásemos, de vez en cuando, en la gran sala del trono del Padre Eterno? ¡OH Sí! Eso hacemos; una y otra vez se reúnen seres del infinito en la sala ante el trono del Padre y el Padre está en medio de nosotros, el SER más maravilloso e irradiante del infinito, estamos unidos en amor con Él, a Él lo veneramos en todo, nos inclinamos ante Él y a pesar de ello somos Sus hijos, lo amamos del todo, enteramente y lo rodeamos con nuestras sensaciones de hijos y Él es, dicho sencillamente, PADRE ¡Sí! Realmente ¡PADRE! Si pudiera acercároslo con las palabras, es tan difícil explicar con las palabras esta MARAVILLA, esta unidad, la luz, la plenitud, la pureza.
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“LIOBANÍ”

Sexta parte

Queridos hermanos y hermanas, ¿Todavía no brota en vuestro interior? ¿Realmente no lo sentís en vuestro interior que no sois sólo hombres? ¿Por qué le dais tanta importancia a esta envoltura (el cuerpo físico del hombre)? Es un vehículo que sólo funciona si el Espíritu de Dios traspasa a este vehículo y puede vivificarlo para que pueda estar desde el interior sano, activo y feliz de la vida. Habláis de enfermedad, miseria y sufrimiento, penas y problemas, os quejáis de ello y os lamentáis, en realidad os lamentáis de vosotros mismos porque os atáis a este estado que os habéis creado en vez de entregarlo a CRISTO cuyo espíritu vive en vosotros.

Desde nuestro punto de vista es muy fácil, os complicáis demasiado las cosas, analizáis y miráis una y otra vez si debéis hacerlo de nuevo el entregarle a Él aquello que os esclaviza a vosotros mismos ¿Queréis estar esclavizados? Cada uno dice ¡No! Y, sin embargo, se somete cada día de nuevo a la esclavitud a través de pensamientos, palabras y actuaciones contrarias y eso lo llamáis vida.

Para esta inspiración han venido conmigo algunos seres espirituales del SER Eterno, ellos miran alrededor de vosotros y cuando yo les observo, noto que no os pueden comprender, ellos ven, de vez en cuando, el brillo del alma encarnada y poco después los relámpagos del ego humano. En verdad, desde nuestro punto de vista, es tan fácil dejar todo eso, la envoltura de carne y hueso sólo funciona si vosotros funcionáis bien cumpliendo las leyes de Dios, la Vida, nuestra vida. Desde el Cielo percibimos las palabras del Padre Eterno a los hombres, Él habla seria y paternalmente y vosotros cogéis una y otra vez sólo las palabras y no os sumergís en la Palabra y tampoco comprendéis cuando Él dice: “¡Dejad vuestro yo humano, esto no es digno de vosotros!”. En verdad, no es digno de vosotros, vosotros sois eternamente jóvenes, puros, bellos, llenos de luz y fuerza, la ley del amor.
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“LIOBANÍ”

Séptima parte

¿Todavía no lo intuís? ¿En verdad no lo intuís aún? Algunos de vosotros se hacen ya buenos propósitos, mantened estos propósitos en vuestro corazón y realizadlos y sentiréis que, en verdad, no sois de este mundo, estáis en este mundo para expiar aquello con lo que os habéis cargado vosotros mismos en las peregrinaciones terrenales y lo experimentáis en cada día y cada día tenéis de nuevo la fuerza para dejarlo, entregándoselo a CRISTO, la luz eterna en vosotros.

¿Qué queréis queridos hermanos y hermanas en vestido terrenal, seguir siendo humanos o llegar a ser divinos? Es serio si digo que depende de vosotros, pues todos tenemos el libre albedrío para la decisión libre de aspirar a lo divino o caer cada vez más en la profundidad oscura; pensad en esto cada día, cada hora y cada minuto.

Debéis intuir en esta Tierra el Reino de Dios, descubrir de nuevo el Reino del Amor Interno que habéis tapado con el ego humano, con el pecado, entonces reconocéis que en el Reino de Dios no hay secretos, sentís que todo, realmente poséis todo lo puro y que podéis actuar con las fuerzas del infinito según está escrito en el caudal eterno de la vida, esto significa, según el sentido: “Tú no estás atado a ningún lugar, a ningún estado, a ninguna conciencia, tú eres absolutamente libre, cada ámbito celestial está abierto para ti, cada planeta es alcanzable, cada vivienda está libre para ti. Puedes utilizar cada irradiación del infinito, sabes de cada hermano, conoces a cada hermano, porque cada hermano está en ti mismo como esencia y fuerza, así la conciencia de todo y de todos está en cada uno de nosotros, esto es vida”.

Queridos hermanos y hermanas en traje terrenal, ¿Habéis intuido está vida? Entonces habéis dado algunos pasos en el CAMINO INTERNO y después de la llamada muerte física pasaréis por el primer muro de niebla. Dejáis la irradiación material detrás vuestro y entráis en ámbitos más luminosos y sentís en vosotros los caminos a los siguientes ámbitos de conciencia más elevados, pues en vestido terrenal ya los habéis desarrollado, o sea, ya no sois extraños detrás del primer muro nebuloso, sino sabios.
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