viernes, 9 de noviembre de 2007

Un ángel del Señor llamada
“LIOBANÍ”

Sexta parte

Queridos hermanos y hermanas, ¿Todavía no brota en vuestro interior? ¿Realmente no lo sentís en vuestro interior que no sois sólo hombres? ¿Por qué le dais tanta importancia a esta envoltura (el cuerpo físico del hombre)? Es un vehículo que sólo funciona si el Espíritu de Dios traspasa a este vehículo y puede vivificarlo para que pueda estar desde el interior sano, activo y feliz de la vida. Habláis de enfermedad, miseria y sufrimiento, penas y problemas, os quejáis de ello y os lamentáis, en realidad os lamentáis de vosotros mismos porque os atáis a este estado que os habéis creado en vez de entregarlo a CRISTO cuyo espíritu vive en vosotros.

Desde nuestro punto de vista es muy fácil, os complicáis demasiado las cosas, analizáis y miráis una y otra vez si debéis hacerlo de nuevo el entregarle a Él aquello que os esclaviza a vosotros mismos ¿Queréis estar esclavizados? Cada uno dice ¡No! Y, sin embargo, se somete cada día de nuevo a la esclavitud a través de pensamientos, palabras y actuaciones contrarias y eso lo llamáis vida.

Para esta inspiración han venido conmigo algunos seres espirituales del SER Eterno, ellos miran alrededor de vosotros y cuando yo les observo, noto que no os pueden comprender, ellos ven, de vez en cuando, el brillo del alma encarnada y poco después los relámpagos del ego humano. En verdad, desde nuestro punto de vista, es tan fácil dejar todo eso, la envoltura de carne y hueso sólo funciona si vosotros funcionáis bien cumpliendo las leyes de Dios, la Vida, nuestra vida. Desde el Cielo percibimos las palabras del Padre Eterno a los hombres, Él habla seria y paternalmente y vosotros cogéis una y otra vez sólo las palabras y no os sumergís en la Palabra y tampoco comprendéis cuando Él dice: “¡Dejad vuestro yo humano, esto no es digno de vosotros!”. En verdad, no es digno de vosotros, vosotros sois eternamente jóvenes, puros, bellos, llenos de luz y fuerza, la ley del amor.
Continúa...

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